Las tres tentaciones

El día de hoy me gustaría tratar un tema algo diferente a lo que he estado platicando en semanas anteriores. Estamos finalizando el tiempo de Cuaresma, empezando ya la Semana Santa, el periodo adecuado para pedir perdón, arrepentirse de los pecados, confesarse, etc. En resumen, la cuaresma es un tiempo muy propicio para corregirnos.

Sabemos de antemano, los cristianos, que es una época donde el mal se hace presente al por mayor, las tentaciones se exhiben en todo momento y en todo lugar. Si bien es cierto que a Dios lo tentó el diablo en el desierto, ¿qué les espera a los mortales cristianos, fieles católicos?

Es por eso que hoy vengo a compartir los tres tipos de tentaciones que hay en el mundo, a partir de ahí se derivan todas las demás excitaciones que uno derive. Recalco, de estas tres se provienen el resto.

Las tentaciones no son más que, trampas que el demonio pone al cristiano para que caiga en ellas y se resumen en tres:

  1. Tentación de poder

  2. Tentación de placer

  3. Tentación de tener

En este mundo hay personas que con tal de “tener” son capaces de matar, pelear, robar, fingir, engañar o inventar chismes. Un ejemplo muy claro es “con tal de tener dinero, yo…”. Otro ejemplo son los terrenos de la herencia, ¿cuántas peleas, discusiones, rupturas de lazos familiares, rencores, envidias y de más no se generan por tener el terreno que quedó heredado? Es increíble todo el mal que el hombre puede acometer con tal de “tener”, con tal de quedarse el terreno. 

Con tal de tener placer, el ser humano sería capaz de comer hasta más no poder, dañando su salud. ¿Esto te suena familiar? Sí, es uno de los siete pecados capitales, la gula. Por otra parte, está el placer de la borrachera. Por placer al alcohol, hay gente que hace y deshace, daña al prójimo, o incluso hasta puede echar a perder su matrimonio y/o familia. Y no hablemos del placer sexual, la infidelidad y la fornicación, por poner dos ejemplos.

Y por último, tentaciones de poder, no nos vayamos tan lejos, en la política vemos mucho esto. “Con tal de tener poder en el gobierno soy capaz de…” (podemos agregar muchos pecados: robar, matar, engañar a las personas, etc.).

De estas tres tentaciones se desglosan todas las demás que uno mismo guste poner. Por más sorpresivo que parezca, estas situaciones las vemos comúnmente en diferentes lugares, incluso el cristiano católico cae en las trampas.

El tiempo de Cuaresma nos invita a convertirnos, a evitar caer en estas tres estafas que arroja el demonio constantemente a donde caigan, y vaya que muchos caen seguido en las mismas trampas. Por otra parte, también es un tiempo de arrepentimiento y conversión, donde se reconoce que se cometió un mal, se le pide fuerza y perdón a Dios para seguir adelante con la vida cristiana y lograr rechazar todo tipo de trampa a Satanás.


~ JAG



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