La vida, un proceso irreversible




Rudolf Julius Emanuel Clausius (1822-1888) fue un gran físico alemán. Concluyó su doctorado en 1848 por la Universidad de Halle. Fue profesor de física en la Escuela Real de Artillería e Ingeniería de Berlín y catedrático de física en las universidades de Zúrich, Suiza, Wurzburg y Bonn, Alemania.

Fue uno de los fundadores de la Termodinámica. La palabra Termodinámica proviene de las raíces griegas: thermo que significa «calor» y dynamikós que derivado de dýnamis quiere decir «fuerza o potencia». En resumidas cuentas, es una Ciencia, rama de la Física que estudia las transferencias de calor, la conversión de la energía y la capacidad de los sistemas para producir trabajo.



Este hombre hizo un gran trabajo con su Teorema, que a la vez, convirtió esta teoría en una Ley llamada “Segunda Ley de la Termodinámica”. Aquí se involucra una propiedad característica de los sistemas termodinámicos, «la entropía»: es una magnitud, la cual se puede medir cuantitativamente, que mide la parte de la energía NO utilizable (de un sistema) para realizar trabajo. Lo anterior nos proporciona una fórmula cuantitativa para entender la segunda ley.

Este teorema nos da una manera de determinar si un proceso es reversible o irreversible. Y es en esta parte en la que me quiero centrar.

En un conjunto universal, es decir, en todas partes, en todo el mundo y universo solo hay dos tipos de procesos. Los procesos reversibles son aquellos en los que la(s) consecuencia(s) de una causa(s) puede(n) revertirse. En otras palabras, volver a un estado inicial o que se tenía antes. Pueden desarrollarse siempre, primero hacia adelante, luego hacia atrás, de nueva cuenta para adelante, luego para atrás y así constantemente. Un ejemplo en materia sería cuando vas de compras y adquieres una prenda que, al llegar a casa y probártela, no te queda. Al siguiente día vas a la tienda a devolver la prenda y te devuelven tu dinero. 

Los procesos irreversibles son todos aquellos en los que la(s) consecuencia(s) no tiene(n) vuelta atrás, es imposible (por más que uno quiera) cambiarlos, no se pueden revertir. Como dice el dicho “Lo hecho, hecho está”. Un ejemplo serían los insultos hacia alguien que le causan daño y ya no hay manera de remediar lo que se dijo, otro ejemplo podría ser la pérdida de tiempo. 

El proceso irreversible es mortal. Cuando es producido se va deteriorando con el tiempo, dicho de otra manera, las cosas envejecen y terminan por morir o ser destruidas. 

Curiosamente, el hombre y su coexistencia viven dentro de un proceso irreversible. Desde el día, mes, lugar y hora de su nacimiento, el tiempo comienza a correr, proviene del pasado, camina por un presente y se adentra por el futuro. En la historia de la humanidad jamás ha cambiado ese proceso de vida ni cambiará.

¿Hay algo que se pueda hacer para cambiar este proceso irreversible? La respuesta es, No. Pero lo que sí se puede hacer es disfrutar de cada momento de este proceso de vida, que tarde o temprano acabará. 

Estás dentro de un ciclo que no puedes cambiar ni alterar, ¿cómo aprovecharás esos minutos, horas y días que te quedan para concluir el proceso?


~ JAG

Comments

  1. Es muy interesante como normalmente extrapolas temas de la física para hablar sobre temas interesantes de la vida y el humano. Muy buena carnal.

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  2. Efectivamente, de forma natural no hay posibilidad de cambiar el pasado. Sin embargo, de forma sobrenatural, la confesión ofrece posibilidades increíbles! Saludos

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