CAPITULO 8

 ¿Tiempo?

En el camino pensaba en lo que les iba a decir. Que había encontrado un lugar seguro, que todo iba a estar bien para nosotros, de verdad quisieran venir. Me entraban tantas dudas en mi cabeza, y de verdad dudaba de las actitudes de todos.

Tiempo después, al llegar con mis amigos no muy lejos del lugar de donde venía, les platiqué todo y cómo estaban las cosas. Estuvieron de acuerdo en venir, tomaron sus cosas y salimos.

Al salir de la casa pasó una camioneta a muy alta velocidad y soltó una ráfaga de disparos. Rápidamente me aventé  hacia atrás de regreso a la casa y me golpeé contra un mueble. De verdad el tiempo que pasó para levantarme fue muy corto, vi en el piso a 3 de mis 5 amigos en el suelo, los otros tenían heridas de bala muy grandes y yo no me había dado cuenta de que tenía una bala en la pierna.

No sabía qué hacer, al final decidimos incendiar la casa con mis amigos y decir algunas palabras en su honor.

Camino a las cabañas, muy heridos y cansados, nos vieron llegar a la puerta principal, nos atendieron rápidamente y decidimos descansar.

Después de dormir mucho tiempo y que nos estuvieran atendiendo, me di cuenta de que tenían una radio y la encendí, al escuchar lo que decía el único canal que tenía disponible entendí cómo la gente estaba asustada y que las leyes seguían sin vigor. Todo era tiempo que el gobierno se pusiera de acuerdo con el pueblo para volver a ser como antes. En eso, un corte informativo. Se había registrado un ataque a la Casa Blanca y al Capitolio, tenía miedo aunque estuviera lejos de mí. A mi punto de vista significaba que las cosas estaban empeorando.

En eso, entra mi madre para ver cómo seguía. Apagué la radio y la vi, me contó todo lo que pasó y todas sus aventuras. Me dijo que su vecino Max es una muy buena persona, que jamás haría algo malo, pues esta divorciado y tiene dos hijos. De hecho me comentó, sus hijos siguen el ejemplo de él y también son muy buenos niños.

—Pero hay un problema: las provisiones se están acabando, queda muy poco tiempo para que se terminen por completo, y no saben qué hacer —dijo mi madre preocupada—.

Rápidamente le contesté pues hay más problemas y se cree que haya un golpe de Estado y que tal vez las cosas empeoren. Se han registrado ataques en la Casa Blanca y el Capitolio. Me miró desconcertada y con miedo. 

Le dije que no se preocupara y que todo estaría bien, que haría un plan y lo hablaría con Max. La idea era que quedara todo en estos días, por lo tanto la plática quedó ahí y fui con mis amigos a ver cómo seguían. 

Al verlos les pregunté cómo seguían, me comentaron que seguían bien y que un descanso no les iría mal. Les comenté lo que escuché y lo que me mencionó mi madre, les dije que descansaran y que hablaríamos sobre qué hacer.